sábado, 5 de septiembre de 2009

Sin Nombre

Esta noche quiero expresar lo que siento
en lo más profundo de mi ser, sentimientos
tan alejados de mi persona que no soy
incapás de hacerlos aflorar, por eso no tiene nombre porque es algo totalmente nuevo que jamás sentí.
quisiera ser confiada solo por hoy, y sincera, para poder mirar limpiamente el interior de los demás si son humanos como yo, piensan y sienten igual que yo.
quisiera sentirme igual y no superior a ellos, me falta humildad, esa humildad que te hace ver que los demás también son débiles.
quisiera pensar que ellos tal como yo tienen muchos conocimientos didácticos y prácticos que muchas veces los ponen al servicio de los demás.
quisiera esta noche dejar mi egoísmo atrás porque me impide ver si los demás realmente me aman
quisiera dejar de pensar que los demás son como enemigos y recibirlos en mi corazón sin desconfianza.
quisiera tambien hoy que por ningun motivo se filtre en mis pensamientos alguna cosa negativa que pueda ir en contra de los que me rodean.
quisiera volver a ser pequeña y que esa realidad tan dura que me tocó vivir se torne en bendición como lo quiere Dios.
quisiera aceptar mi pobreza y poder sonreir en medio de la necesidad.
quisiera recibir a los demás con la alegria en el rostro tirando la hipocresía lo más lejos posible a donde ya no pueda lastimar.
quisiera ser sinceramente dadivosa y caritativa sin dejar que la razón me detenga.
quisiera que la loca de mi casa se calme un poco para así poder prestar más atención a la palabra de Dios.
quisiera que en esta memoria tan frágil siempre perdure el recuerdo del amor más duradero que he tenido, el de Dios.
quisiera aceptar que mi cuerpo torpe esté de acuerdo con mi espíritu jovial sin dejar que la oscuridad cubra la luz que por siempre debe irradiar.
quisiera que me invadan sentimientos puros limpios sin deseos frenéticos que ya pertenecen al pasado.
quisiera dejar que pase el tiempo con la tranquilidad del deber cumplido sin que el torbellino de la impaciencia me arrebate.
quisiera que mi voz se transforme en un murmullo para ya no asustar más a los míos.
quisiera que la soledad no me invada y siempre sentirme acompañada por ti Señor mi Dios.
quisiera como último legado para los hijos que me concediste, la fé como herencia dejar para ellos.
quisiera que al conocerte ellos jamás pierdan la esperanza con la que yo viví por siempre.
quisiera que el amargo sabor que deja la traición y el desamor se torne en dulzura y en perdón sin la oscura sombra del rencor que acosa por siempre.
quisiera no sentir tanto dolor cuando los seres que más amo se olvidan de mi persona.
quisiera acostumbrarme solo a percibir tu presencia sin tener necesidad de nada material a mi alrededor.
quisiera que la nostalgia no me invada cuando veo y siento que he sido relegada al más oscuro rincón en sus vidas, ahora ya no soy importante para ellos.
quisiera que las personas se den cuenta a tiempo cuando han tomado la decisión adecuada en sus vidas porque si no es así de nada ya sirve lamentarse.
y por último quisiera que en el instante final de mi vida estés a mi lado como siempre has sabido estar como la más paciente madre, o el más comprensivo padre, o tambien como el más cariñoso de los hijos, o un esposo muy amoroso y sutil, o tambien como un hermano responsable y preocupado de que ha su hermanita nada ni nadie la lastime y sabes una cosa has logrado tu cometido porque no tienes ni idea de como es que te amo y confío ciegamente en tí, aunque ha veces me porto mal contigo, soy desobediente y rebelde pero gracias oh JESUS por haberme permitido conocerte.
Escrito x Doris Marquez

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