sábado, 5 de septiembre de 2009

Decepción

Buscar con las pupilas en un enorme valle
algo en que poder apoyar la cabeza
un pañuelo que pueda secar una lágrima
seguir oteando en el horizonte
allá donde aparece que el sol acaricia las cumbres,
es como cuando la neblina con su espeso velo
lo cubre todo, no hay nada delante todo es oscuridad
y una fría sensación de abandono te subyuga
cuando en la boca no existe más que el amargo
sabor del dolor, por ir caminando a tientas
por sendero desconocido y peligroso con la
constante amenaza de caer al más profundo abismo,
y así extender los brazos y querer tocar algo con los dedos
¿que será?,¡oh! es compacto, parece de piedra
pero al contacto con los dedos se destruye. se desmorona
camo barro seco y cae convertido en miles de miles
de partículas tan pequeñas que son difíceles de juntas
y es cuando todo se despeja para ver con claridad
y notas que aquel valle esta repleto de figuras
de todos los tamaños y espesores, con rostros
conocidos y tambien desconocidos y corres hacia
ellos y los vas tocando y se destruyen ante el más
minimo contacto, al final de aquel valle no queda
nada solo montones de aquellas figurillas de piedra
cual pequeñas tumbas tétricas y frías ,
vuelves a mirar a tu alrededor con la mirada fija
para que no se te pierda lun solo instante
y de nuevo no hay nada entonces te invade
un frío muy penetrante porque has encontrato
la triste realidad de una gran decepción
entonces se forma un nudo doloroso en la garganta
los ojos se aniegan de lágrimas, el alma se agita
como queriendo salir de su encierro pareciera
como que quisiera liberarse y a veces en una fracción
de segundo lo logra quedando truncada una vida
pero aquella estatuilla de barro que quedó
allí como una tumba desordenada nadie ya la
mirará, nadie ya apoyara en ella su cabeza
ni querrá que le seque las lágrimas porque
grande es la destrucción que dejó a su paso
practicamente arrasó cual aluvión, cual tempestad
arrancando las más puras y caras ilusiones de un
alma inocente y confiada que quiso mirar sin saber
por los ojos de aquella estatua de piedra que como
es piedra no piensa, no siente y solo se encuentra
ahí en el camino para servir de tropiezo a aquellos que
por curiosidad volteen a mirarla sin presentir nada de lo
que por dentro guarda presentandose delante
con una duce sutileza a veces engañando hasta al
más experimentado pero siempre en nuestro
largo recorrido por la vida nos vamos a encontrar
con una amarga decepción.
Escrito x DORIS MARQUEZ

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